Porque mantienen la esperanza
durante mucho tiempo. A las personas les cuesta mucho hacerse a la idea de que no
hay esperanza, de que están solas, letal y desesperadamente solas. Muy pocos
soportan la idea de que no hay remedio para la soledad de la existencia. La
mayoría alimenta esperanzas, se agarra a lo que puede, busca refugio en las
relaciones humanas (...). Pero no sirve para nada. Y mientras se afanan en
todas esas maniobras son plenamente conscientes de que no sirve para nada. Y sin embargo siguen esperando, aunque ni
siquiera saben que esperan.
La mujer justa. Sándor Márai