387



Un día desperté, me incorporé en la cama y sonreí. Ya no sentía dolor. Y de golpe comprendí que la persona justa no existe. Ni en el cielo ni en la tierra, ni en ningún otro lugar. Simplemente hay personas, y en cada una hay una pizca de la persona justa, pero ninguna tiene todo lo que esperamos y deseamos. Sólo hay personas. Y en cada una hay siempre un poco de todo, es a la vez escoria y un rayo de luz...

La mujer justa. Sándor Márai.

386





Fausto_  Todo eso es ajeno para ti. ¿Qué sabes tú de los deseos del hombre? ¿Qué sabe tu repugnante, amargo y áspero ser de las necesidades del hombre?  
Mefistófeles_  ¡Que todo sea según tu voluntad! Confíame hasta dónde llegan tus delirios.

Fausto. Goethe

385




Fausto_  ¿Por dónde está el camino que hay que tomar?
Mefistófeles_ ¡No hay ningún camino! Vas adonde nadie pisó ni podrá pisar; vas a lo que no se ha accedido y permanece inaccesible. ¿Estás preparado? Allí no hay cerraduras ni cerrojos que remover; estarás sumido en la soledad. ¿Has llegado a concebir lo que son el desierto y el aislamiento?

Fausto. Goethe

384



Fausto_ ¿Cuál es tu nombre?

Mefistófeles_ La pregunta me parece de poca categoría para alguien que desprecia la Palabra; para alguien que, desdeñando toda apariencia, busca la esencia ahondando en las profundidades.

Fausto_  En vuestro caso, señor, se puede llegar a la esencia conociendo el nombre; esto ocurriría si supiera, con toda claridad, si os apellidáis «Dios de las moscas», «Corruptor» o «Mentiroso». Bueno, ¿quién eres?

Mefistófeles_ Una parte de esa fuerza que siempre quiere el mal y siempre hace el bien.

Fausto_  ¿Qué significa ese acertijo?

Mefistófeles_ Soy el espíritu que siempre niega. Y lo hago con pleno derecho, pues todo lo que nace merece ser aniquilado, mejor sería entonces que no naciera. Por ello, mi auténtica naturaleza es eso que llamáis pecado y destrucción, en una palabra, el Mal.

Fausto. Goethe