No obstante, una vez contemplé un rostro que carecía de esa hostilidad convulsiva, ese aire insatisfecho y suspicaz, una cara cuya mirada no era letárgica ni sonámbula.
Y tú también la has visto antes. Aunque lo que has visto no es más que una máscara para interpretación de un papel.
La mujer justa. Sándor Márai
3 comentarios:
un retrato con una fuerza increíble!
saludos!
Gracias Luciérnaga!!
Vaya retrato captaste en plena calle, eso es dar en el blanco.
Enhorabuena.
Saludos.
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